La copropiedad de un inmueble es una situación en la que dos o más personas son propietarias de un mismo bien. Esta situación puede surgir por diferentes motivos, como la herencia, la compra conjunta o la construcción de un inmueble en un terreno compartido.

En la mayoría de los casos, la copropiedad es una situación pacífica y beneficiosa para todos los copropietarios. Sin embargo, en ocasiones, puede surgir un conflicto entre los copropietarios que hace que sea imposible llegar a un acuerdo para la división del inmueble.

Existen dos formas de poder realizar una división y partición de inmuebles: 

¿Cómo dividir un inmueble extrajudicialmente?

La forma más sencilla de dividir un inmueble es a través de un acuerdo entre los copropietarios. Para ello, es necesario que todos los copropietarios estén de acuerdo con las condiciones de la división.

Si los copropietarios no pueden llegar a un acuerdo, pueden acudir a un Centro de Conciliación extrajudicial para que les ayude a encontrar una solución. El conciliador es un profesional imparcial que ayudará a los copropietarios a negociar y llegar a un acuerdo.

¿Cómo dividir un inmueble judicialmente?

Si los copropietarios no pueden llegar a un acuerdo extrajudicial, pueden acudir a la vía judicial. En este caso, el juez será el encargado de decidir cómo dividir el inmueble.

El procedimiento judicial para la división de un inmueble se denomina acción de división y partición. Este procedimiento se inicia mediante una demanda que debe ser presentada ante el juzgado competente.

En la demanda, el copropietario que solicita la división debe identificar el inmueble, el porcentaje de propiedad que tiene y los motivos por los que solicita la división.

El juez, una vez admitida la demanda, citará a los copropietarios a una audiencia para intentar llegar a un acuerdo. Si no es posible llegar a un acuerdo, el juez dictará una sentencia en la que determinará cómo se dividirá el inmueble.

Consecuencias de la división judicial

La división judicial de un inmueble puede tener las siguientes consecuencias:

• En el caso de que el inmueble sea divisible, se podrá dividir el inmueble en partes iguales o en partes proporcionales al porcentaje de propiedad que tiene cada copropietario.
• Si el inmueble no es divisible. El juez ordenará el remate judicial del inmueble, el monto producto del remate judicial será dividido entre sus copropietarios de acuerdo al porcentaje que cada uno posea. 

La división de un inmueble es un proceso complejo que puede ser difícil de llevar a cabo cuando los copropietarios no quieren realizar la división. En estos casos, es importante contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho inmobiliario.

Consejos para dividir un inmueble cuando los copropietarios no quieren realizar la división

• Intentar llegar a un acuerdo extrajudicial. La mediación es una buena opción para intentar llegar a un acuerdo entre los copropietarios.
• Recabar asesoramiento legal. Es importante contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho inmobiliario para conocer sus derechos y opciones.
• Estar preparado para acudir a la vía judicial. Si no es posible llegar a un acuerdo extrajudicial, es posible que sea necesario acudir a la vía judicial.

Espero que este blog te haya ayudado a conocer un poco más sobre la división y partición, espero que encuentres una solución amigable.

Como has podido leer, dividir un inmueble cuando los copropietarios no quieren realizar la división puede ser un proceso complejo y con muchas dificultades. Por ello, es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en derecho inmobiliario.

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